miércoles, 26 de octubre de 2011

Grandes Clásicos Volúmen IV

Si bien no es una rivalidad que va a quedar en la historia del tenis mundial, Gastón Gaudio y Guillermo Coria dejaron su estampa en el deporte nacional y contemporáneo. Tanto el de Adrogué como el de Rufino marcaron una época de lo que se conoció en su momento como la legión argentina. Y entre ellos se sacaban chispas: el historial favorece al Mago con tres victorias (Viña del Mar 01, Buenos Aires 03 y Hamburgo 03), mientras que el Gato ganó en dos ocasiones (Buenos Aires 01 y Roland Garros 04).

Guillermo Coria fue, sin dudas, uno de los grandes jugadores y con mayor potencial en el circuito. En la época que Nadal surgía, él dominaba el polvo de ladrillo. Obtuvo 9 títulos en esa misma cantidad de años de carrera como profesional y llegó a ser Nº3 del mundo, pero su cabeza lo retiró del circuito. Algunos dicen que la final que perdió ante Gaudio en Roland Garros 04 fue el punto de partida: el saque se volvió un karma y, a pesar de cambiar la técnica, generaba decenas de doble faltas. Sin embargo, al año siguiente jugó una final de película ante Rafa Nadal en Roma. Aquél encuentro fue su punto máximo de nivel, que tras un poco más de 5 horas de partido perdió ante el español.






Gastón Gaudio fue uno de los máximos exponentes del tenis nacional. Uno de los que forma parte de ese grupo de elite que conquistaron un Grand Slam (Vilas, Sabatini, Gaudio y Del Potro). Dueño de un reves a una mano exquisito, el Gato obtuvo 8 títulos de ATP y llegó a ser Nº5 del mundo luego de quedarse con Roland Garros 04. Sin embargo, a nivel nacional fue un estandarte en Copa Davis: su récord de 13-3 lo posiciona como uno de los más efectivos a la hora de jugar esta competencia. La recordada final del certámen parisino fue el punto más alto de su carrera, que luego se tornó cuesta abajo.



Estos dos cracks nacionales eran opuestos en todo. El de Adrogué era un histriónico del tenis: sus frases como "que mal que la estoy pasando" y "¡A mi no me tendrían que dejar entrar más acá! ¡Es una vergüenza que me dejen jugar!" fueron furor en el circuito y se repitieron en todas las cadenas de televisión. Mientras que el de Rufino era todo lo contrario. No emitía ni una queja sobre su juego, era mucho más callado y sus errores los procesaba por dentro. Pero no cabe dudas que fueron de los mejores jugadores que dio el tenis nacional.

martes, 25 de octubre de 2011

El Rey se reserva para buscar la hazaña


El cordobés, de 29 años, sufrió en su último encuentro ante el croata Ivan Dodig una distensión del isquiotibial izquierdo, por lo que no se presentó en segunda ronda ante James Blake. Esta mala noticia llega en un momento muy delicado, ya que se acerca la final de la Davis y David es una de las claves del equipo comandado por Tito Vázquez.

Esto generó la decisión por parte del cordobés de no participar de ningún otro torneo hasta el día que comience la serie ante España. Su obsesión por obtener la ensaladera de plata hace que priorice la camiseta argentina por encima del circuito ATP, pero ¿es preferible que llegue al día del debut en Sevilla sin ritmo y al limite?

La realidad marca que Nalbandian se desvive por ganar la Davis. Todos recuerdan aquella oportunidad en la que se subió a un avión a último momento para poder jugar la serie ante Suecia, estando entre algodones y, para colmo, ganando todos los puntos que jugó. Esto refleja que su ranking no le importa mientras pueda jugar dos o tres puntos y tratar de ayudar al seleccionado a conquistar su primer trofeo.

En frente tendrá al mismo rival con el que perdió como local en 2008. Sin embargo, esta vez contará con su as de espadas: Rafael Nadal. Seguramente lo acompañe David Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco.

Sin dudas, la clave de David pasará por evitar jugar el viernes para no desgastar su cuerpo malherido. Jugar contra Nadal el primer punto implicaría una "pérdida de tiempo", por lo que debería esperar al dobles y, luego, buscar ganarle un punto a Ferrer el día domingo. Además, Del Potro tendría que poder ganarle a este rival el viernes. Por lo tanto, Argentina deberá buscar ganar los puntos que no juegue el actual Nº2 del mundo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Ille Nastase: el bufón de Bucarest

Oriundo de la capital rumana, fue el primer número uno que haya sido computarizado en la era abierta. Además es considerado, por el ranking creado por la revista Tennis, el 28º mejor tenista de la historia del tenis contemporaneo, entre 40 jugadores. Recordado por la versatilidad de su juego, Ille tenía un punto débil: su temperamento. Por esto, perdía concentración en varios pasajes de sus partidos que desinflaban su juego. Sin embargo, era conocido por su buen humor dentro de la cancha. "Nunca le avisé a la policia cuando me habían robado la tarjeta de crédito porque, sea quien sea el que la robara, gasta menos que mi mujer", declaró en una oportunidad. Pero también buscaba sacar ventaja o desvirtuar el juego sin importar el "fair play", por lo que se ganó el apodo de "Nasty".



A pesar de su talento irreprochable, su retiro no lo llevó a entrenar jugadores o mantenerse ligado al tenis. Escribió dos novelas en francés, de lo que dijo "fueron dos libros, pero no fue nada serio. Lo hice simplemente para divertirme. Nunca me consideré un buen escritor. No sé si se vendieron, pero esa no era la cuestión". Además, presentó su candidatura para ser alcalde de Bucarest en 1996, en lo que no le fue para nada bien.

Pero, sin dudas, lo que refleja su personalidad es una declaración acerca de que en su biografía decía que se había acostado con 2500 mujeres en su vida: "es exagerado. La periodista que escribió el libro me preguntó con cuantas había estado en toda mi vida. Hice el cálculo y le respondí que tal vez con 400. No son tantas para mis casi 60 años (en ese entonces). En 40 años, son 10 por año. Ella dijo que debían ser más y afirmó 800. Por lo que escribió 2500".

Finalmente, contó la historia de cómo no perdió su virginidad empujado por su amigo y ex tenista Ion Tiriac: "fue en París, antes de empezar Roland Garros. Los dos fuimos a un bar de mujeres y él arregló todo. Pero lo más curioso es que no pasó nada. Cuando subimos a la habitación, ella me pidió mucho más dinero del que habíamos acordado y le respondí que no tenía tanto. Asi que me fui sin estrenarme". No hay dudas que Nastase fue y es uno de los mejores jugadores dentro y fuera de la cancha.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Grandes Clásicos Volúmen III



En esa oportunidad, rememoraremos un clásico que hizo vibrar al público tenistico los años 70 y 80, aunque el último encuentro lo jugaron en 1991: John McEnroe y Jimmy Connors protagonizaron el circuito durante esos años. Sin embargo, a la hora de los mano a mano Mac se llevó todos los aplausos: 20-14 para el histriónico zurdo.

John McEnroe fue, sin dudas, uno de los emblemas del tenis en esa época. No sólo por su talento irreprochable (77 títulos, número uno en singles y dobles, entre otros récords), sino también por sus berrinches en cancha. Cuando surgía alguna duda en relación a un pique y el umpire no la daba a su favor, el zurdo estallaba de bronca y llegaba hasta a insultar al árbitro o golpear las bebidas que tomaba en el cambio de lado.


En cuanto a Connors, para muchos es el mejor jugador del mundo. Esto se puede basar en su número más soslayante: se quedó con 107 títulos de ATP, récord que dificilmente sea superado. Además, ganó 1241 partidos y, tan sólo, perdió 277. Jimbo, conocido por su juego de fondo y tiros planos, fue un rebelde en aquellos años. En 1974, y por estar en desacuerdo con la ATP, que en era la organización más aceptada por los tenistas, le inició demandas (y a su presidente, Arthur Ashe también) por US$10 Millones por prohibirle actuar libremente en el circuito. Había firmado un contrato para jugar la Copa del Mundo de Tenis para Baltimore, lo que era penalizado por la ATP. Por ende, le prohibieron jugar Roland Garros en ese año.



Que fue una de las grandes rivalidades del tenis, no cabe ninguna duda. No sólo por el talento de ambos, sino porque también fueron considerados de los más rebeldes y alocados de la historia.