- ¿Qué tiene la escuela tandilense que no tiene el resto?
La verdad que no te podría hacer una comparación con el resto de las escuelas del país. Nosotros somos apasionados por este deporte y por la docencia. A mi, personalmente, me encanta dar clase, ver como los chicos van creciendo y van mejorando con el paso del tiempo. Además, hay que insertarles el instinto de sana competencia, que es muy importante para su crecimiento.
- ¿Qué sensación te da cuando ves que tus alumnos o ex alumnos empiezan a triunfar?
Primero sentís una profunda felicidad por ellos. Luego, orgullo. Me pasó con Juan Martín. Lo dejé de entrenar en 2007 porque él necesitaba dar el gran salto y, dos años después, terminó ganando el Us Open. Ese tipo de cosas te incentivan a seguir trabajando duro con los chicos, y pensar que en cada uno puede aparecer un gran campeón.
- ¿Le hizo bien el cambio de entrenador o crees que con vos podría haber hecho lo mismo?
Arrancar con Franco (Davín) hizo que Juan explote sus dotes para este deporte. Comenzó a usar el saque como un arma letal, aprovechando su altura. También mejoró muchísimo su revés cruzado. Su actual entrenador esta haciendo un gran trabajo con él y, seguramente, va a volver a ser top 5. Lamentablemente, sufrió esa lesión en la muñeca que hizo del 2010 un año para el olvido. Pero Juan Martín tiene talento, confianza y convicción como para estar bien arriba en el ranking.
- ¿Cómo ves las posibilidades del equipo de Copa Davis de cara a la final con España?
Creo que Argentina tiene posibilidades de dar el golpe. Además, Tito Vázquez pensó a la perfección la serie: la única posibilidad de ganar es enfocarse en los puntos donde no se crucen con Nadal. Delpo puede ganarle a Ferrer el viernes. Nalbandian y Schwank tienen una parada dura contra Verdasco y Feliciano. Y si David no tiene problemas físicos y está en un buen día, tendría que ganarle a Ferrer en el quinto punto. De ahí a que se le gane algún punto a Nadal ya es otra cosa. Pero Argentina tiene las suficientes herramientas como para dar el batacazo en Sevilla. Y yo confío en que se va a dar.