El promedio de edades rondaba los 16 años, mientras que el nivel de los chicos era bastante bueno. Algunos de sus profesores estaban ahí dándoles indicaciones y buscando que ellos logren disfrutar del torneo y poder rendir al máximo.
16 fueron los chicos que participaron del torneo. Pero el nivel de quienes luego fueron los finalistas, era notoriamente mayor. Ellos eran Guido Atencio y Manuel Barbeiro, de 14 y 16 años respectivamente. Esa final fue de un nivel altísimo, teniendo en cuenta la edad de estos adolescentes. Variedad de golpes, físicos privilegiados y una técnica notable, eran algunas de las cosas que se podían observar de ambos jugadores.
El partido en sí fue bastante interesante. El primer set fue dominado por Manuel, quien con un quiebre en el décimo game se hizo con el parcial por 6-4. Mientras que en el segundo, Guido aprovechó los errores no forzados de su rival en los momentos clave, quebrando en dos oportunidades y cerrando el set a su favor por 6-2. En el definitivo se vio lo mejor de ambos, con algunos puntos de saque y red, winners de revés paralelo. Y tras casi 2 horas de partido, Manuel se quedó con el tercer set, y el torneo, por 7-5. La madre entró a la cancha a abrazarlo, mientras que su padre le tiraba agua al mejor estilo champagne de la Fórmula 1. En tanto Guido, destruido por el calor, se fue cabizbajo a buscar a su padre y su tío que habían ido a verlo. Pero lo que sí, hubo un aplauso eterno, sobre todo para el joven de 14.
En definitiva, estas nuevas generaciones hacen que el tenis argentino se asegure un recambio luego de que se retiren los que hoy están allá arriba. Tanto Manuel como Guido, como los otros 14 chicos que participaron del torneo, demostraron que con un buen trabajo de los profes, se asegurarán muchos nuevos tenistas que logren cosas importantes a nivel individual como a nivel grupal.
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